martes, 18 de junio de 2013

INTRODUCCIÓN A LA CARTOGRAFÍA GEOMORFOLÓGICA (PRÁCTICA SEGUNDA).

Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional

Víctor Manuel Vázquez Manzanares
Grado en Ciencias Ambientales, Facultad de Ciencias, Universidad de Málaga
(vazquez@uma.es)

1. ELEMENTOS REPRESENTADOS EN UN MAPA GEOMORFOLÓGICO.
2. EL MAPA DEL CUATERNARIO.
3. MAPAS DEL KARST.
4. MAPAS DEL LITORAL.
5. LOS MAPAS DE EROSIONABILIDAD.
6. MAPAS DE PROCESOS ACTIVOS.


1. ELEMENTOS REPRESENTADOS EN UN MAPA GEOMORFOLÓGICO.

Ante tal disparidad de referencias tomamos como guión para la consideración de lo representado en el mapa geomorfológico la obra de la Sociedad Española de Geomorfología.



Un primer grupo de representaciones se asocian a cuestiones geológicas; la justificación es que representan información indispensable para la elaboración y comprensión de las morfoestructuras. En todos ellos deben plantearse desde la perspectiva del relieve, seleccionando sólo aquellos que tienen repercusión en el relieve o diferenciando expresamente las condiciones tectónicas de mayor y menor repercusión. En este caso la SEG ha optado por considerar como unidad superficial fundamental la morfoestructural, que viene a coincidir en su delimitación con características cronológicas. Así se parte de una diferenciación de primer grado entre la morfoestructura de zócalo, la de cadena alpina y la de cuenca de sedimentación, que de hecho coincide respectivamente con las litologías prehercínicas, paleozoicas y precámbricas, con las permo-mesozoico-paleógenas y con las neógenas postalpinas. Se añaden además los ámbitos asociados al vulcanismo.

A esta consideración morfoestructural se le asocia el fondo de color, al que se le añade una trama que se asocia a los principales grupos de materiales, con lo que también queda plasmada la intervención de la litología. Estos grupos litológicos quedan clasificados de una forma relativa a su influencia en el relieve, esto es agrupando las unidades cronoestratigráficas que tengan una trascendencia morfológica similar por erosión diferencial.










Sobre esta referencia se añaden signos estructurales tectónicos, esto es:

·         Signos de buzamiento, anticlinales, sinclinales (que influyan sobre el relieve).
·         Fallas, seleccionando aquellas que tengan trascendencia en el relieve; valles de línea de falla.
·         Redes de diaclasas que se advierten en el terreno/fotografía aérea.




Sobre esto cabe añadir muchas consideraciones de tipo morfoestructural (que no aparecen en el mapa geológico):

·         Crestas, barras, lomos, mesas, cuestas estructurales (dorsos y frentes) hog-back.
·         Mesas, cerros testigos, capas resistentes estructurales.






A continuación se consideran los ámbitos o contextos morfolitológicos, con las morfologías relacionadas con características de la litología:

·         De la caliza: dolinas y sus tipos (en cubeta, en ventana, en embudo) uvalas, poljes, de karst cubierto y descubierto).
·         Del granito: bolos, tors, bloques, berrocales, zonas de alteración.
·         De los materiales detríticos y rocas volcánicas.



Comparación de la representación de  las formas asociadas a los distintos sistemas morfoclimáticos, especialmente el glaciar (de glaciarismo funcional, paleoformas de erosión y de sedimentación) y el periglaciar (neveros, bloques en forma de ríos, de vertientes, de canchales; aludes, zonas de suelos estructurales) que tan gran influencia presentan sobre el relieve; formas ligadas al medio árido-subárido (costras, caliche).


Finalmente la influencia de factores que podemos considerar como azonales:

·         El modelado de los ríos, con formas de erosión y sedimentación, distinguiendo los lechos fluviales y terrazas normalmente numeradas, escarpes de terrazas entre los distintos niveles, indicaciones de la geometría de los límites, difusa, definida, pronunciada, paleocauces, meandros abandonados, fondos de valles, en forma de V, en forma plana (y en ese caso con bordes nítidos o no).

·         En cuanto a los torrentes se marcan los conos de deyección y los límites de las cuencas de recepción.
 


·         El modelado de los glacis y sus tipos: de erosión, de sedimentación, de recubrimiento, glacis de vertiente. Una diferenciación interesante para determinar los arroyos pequeños y distinguirlos de los elementos lineales de vertiente es considerar la relación entre la pendiente transversal y la longitudinal.



·         Respecto a la meteorización, al estar tan generalizada, en muchas ocasiones es recomendable proceder por exclusión reconociendo las zonas donde aparece la roca sana. Se puede establecer una clasificación en función del tipo de meteorización que se produce, espesor (difícil de conocer) o textura de los materiales (más o menos arcillosos, arenosos...). En ocasiones sólo cabe diferenciar los sectores donde la meteorización es particularmente intensa como en los alveolos de meteorización y los pasillos de meteorización (de arenización en granitos).


·         Respecto a la dinámica de vertientes cabe diferenciar los procesos de mera acumulación, los procesos y formas ligadas a la solifluxión, a las coladas de barro, deslizamientos y desprendimientos, así como otras cuestiones generalizadas, pero más dificilmente observables, como la reptación, la arroyada difusa, las terracillas, los rills /gullies o las vertientes regladas.





·         El modelado litoral (acantilados, o plataformas de abrasión. acumulaciones litorales tipo playa, cordones, esteros, albuferas, llanuras deltaicas, marismas).

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